Hidratación en running y trail running

La hidratación y la alimentación son dos de los aspectos más importantes de los deportes de resistencia como el running, el trail o el triatlón. Reponer las cantidades perdidas de agua y electrolitos es imprescindible pero las distancias, el entorno o la propia naturaleza del deporte hace que tengamos que en muchos casos que transportar nuestra propia alimentación o agua.

 

Cualquiera de los sistemas es válido y puede ser el más adecuado según las circunstancias. Los portabidones que se pueden llevar en la mano suelen ir bastante bien pero hay que acostumbrarse a llevarlos. Los cinturones de running tienen alta capacidad, y casi siempre cuentan con bolsillo para llaves, geles o barritas que se agradece un montón.

En tiradas de running por asfalto son de las mejores opciones y en la parte de la carrera a pie de triatlón también. Si dispones de un cinturón portabidones con cuatro botellines, puedes usar tres para agua, otro para sales o con un gel disuelto.

La mochila de hidratación es la solución perfecta cuando la cantidad de agua a llevar es elevada y podemos quedarnos sin líquido. El peso, y especialmente el ajuste es algo a tener muy en cuenta. Perfecta para largas distancias y si debemos llevar mas cosas, manta térmica, frontal… .El agua suele aguantar mejor la temperatura en las mochilas, pero están saliendo algunos bidones y botes térmicos que son geniales.

Los medios habituales para llevar el agua en competición suelen ser:

Portabidones de running o trail
Mochilas de hidratación
Riñoneras de running
Cinturones de running

Determinar que elemento es más adecuado en hidratación, ya sea por asfalto o trail running, tiene bastante que ver en nuestra opinión, con el kilometraje y con el ensayo prueba error. No es muy frecuente a pesar de nuestras temperaturas ver a demasiados runners de asfalto usar cinturones de hidratación, y menos aún mochilas de hidratación o chalecos de hidratación.

Cinturón portabidones

Se fija a la cintura y su composición habitual es de 2 a 4 botellines de 200 a 300 ml, y una pequeña bolsita portaobjetos para las llaves y el móvil. Hay marcas que permiten con un cinturón base, configurar nuestro cinturón portabidones a nuestro gusto. Un ajuste correcto y un proceso de adaptación suele ser suficiente para sacarle partido.

Los primeros días para un runner no habituado, suele ser molesto cualquier tipo de elemento extra, pero si está razonablemente bien diseñado, con refuerzos en la zona lumbar, que absorba sudor y vibraciones, la transición solo dura unos días
La ventaja es la versatilidad de la que dispones,  puedes llenar dos con agua, y otros dos con un gel disuelto, o como quieras configurarlo. El máximo de capacidad ronda habitualmente entre 1 l y 1.3 l , para  los de cuatro botellines, por lo que para pruebas largas donde no tengamos avituallamiento de agua extra, se queda corto. . La capacidad limitada está entre sus desventajas. La perdida de botellines suele suceder, pero aunque no exactamente iguales entre marcas, son más o menos compatibles y fáciles de encontrar.

Mochila de hidratación o Camelback

El caso de las mochilas de hidratación es el de la clásica marca convertida en la categoría de producto. Y aunque la evolucionoes constante se trata de una mochila que contiene una bolsa de material plástico de unos 2 litros d capacidad. Sus ventajas son su alta capacidad en agua, y que muchas de ellas disponen de espacios, bolsillos y departamentos para muchos mas objetos, que suelen ser importantes especialmente en trail running y outdor. Silbatos, chubasqueros, cortaviento…

Lo más importante de la mochila es sin duda que realicemos una elección correcta en función de nuestras necesidades y que el ajuste sea perfecto tanto de hombros cono del pecho, impidiendo que se mueva. Una mochila mal ajustada resta bastante más que suma. Otras cosas a tener en cuenta es el tipo de válvula, que en esta sea muy fácil beber, sin tener que usar las manos y que no gotee.

Un fácil llenado, sin mojar el resto de la mochila, sistemas como cremalleras Zipp, que permiten sacar la bufa de la mochila y volverla a colocar, se están empezando a imponer. Su desventaja suele ser un exceso de peso a veces innecesario, ya que llena se va unos 2 kilos, por lo que debemos ajustar la cantidad a la ruta que tenemos prevista, para no transportar peso innecesariamente. Otra desventaja es que la mochila solo permite un tipo de líquido, agua o isotónico, pero no ambas.

Los chalecos de hidratación

empezados a poner de moda por corredores como Anton Krupicka, suponen la mínima expresión de todo lo que necesitamos en raids, o pruebas de outdoor largas, para ir tirando sin ayuda exterior con una máxima transpiración y un mínimo peso. La gran ventaja de los chalecos es su posibilidad de configuración, y adaptación, con dos botellines de 750 delante, y la posibilidad de incorporar la bufa o bolsa de hidratación, permiten llevar hasta 3.5 litros de líquidos. A pesar de su mínimo tamaño y peso están diseñados para ultra distancia, por lo que nos encontramos con multitud de bolsillos, anillas, gomas o redes, para llevar todo lo necesario, incluyendo los bastones de trail

Al igual que las mochilas de hidratación, ajustar la cantidad de peso, y un ajuste de correas de hombros y de pecho, es fundamental.

Por último las riñoneras de running o de un solo bidón trasero

es otro de los modelos más comunes. Los primeros modelos disponían en vertical el bidón pero actualmente la mayoría de los modelos este se colocasen diagonal, hacia la derecha, un poco para fastidio de los zurdos, pero que facilita la extracción del bidón. Este último  suele  ser de 500 , 600 o 750 ml, puede ser sustituido por cualquier tipo de bidón de bicicleta . Estos han evolucionado hacia un buen montón de bidones térmicos, que mantienen las bebidas frías o calientes.

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