Mejores cubiertas y tubeless de Gravel

¿Qué significan las diferentes dimensiones de los neumáticos?

Probablemente, si no conoces bien los tamaños de los neumáticos no sepas bien qué criterio deberías seguir para elegirlos. Para darte un poco de claridad tenemos el ETRTO (European Tyre and Rim Technical Organization). Esta organización introdujo el estándar europeo de llantas. Para darte un ejemplo de cómo se clasifica en «37-622» el 37 indicaría el ancho en mm y el 622 el diámetro interior del neumático también en mm. Esta forma de designación permite que sea mucho más sencillo hacer coincidir el neumático con el tamaño de llanta adecuado. 

La clasificación en pulgadas (por ejemplo 28 x 1,40) indicaría el diámetro exterior aproximado (28) y el ancho (1,40). Sin embargo, has de tener en cuenta que las pulgadas no son la medida más precisa, pues los neumáticos etiquetados en 28 pulgadas, por ejemplo, oscilan entre un diámetro de 622mm y uno de 635mm. Sin embargo, los diámetros interiores a 630mm están etiquetados dentro de los de 27 pulgadas. 

Este desajuste se debe a que, en su origen, las clasificaciones se basaban en el freno para determinar el diámetro exterior exacto de la rueda. Dependiendo del ancho del neumático existían diferentes estándares para el diámetro interior. De hecho, hace solo algunos años que se añadieron las 27,5 pulgadas a los tamaños disponibles de esta clasificación. Estas pulgadas corresponderían a aquellos neumáticos que tienen un diámetro inferior de 584mm, y son idénticos al tamaño francés de antaño. 

Debido a las dimensiones tan variables de los diferentes modelos de llanta, el ancho del neumático puede variar de acuerdo con el ancho de la llanta interior. Normalmente, a medida que el ancho de la llanta interior aumenta 3mm, el neumático se suele volver 1mm más ancho. Además, los diferentes diseños también pueden llevar a una expansión más o menos pronunciada del neumático al aumentar la presión del aire. Esto se traduce en que el tamaño del neumático puede variar considerablemente según el modelo, incluso si la clasificación de tamaño es la misma, por lo que has de cerciorarte bien de que el tamaño del neumático es el deseado. 

Esto da como resultado que, dependiendo del ancho de tu llanta, sea posible que puedas ajustar el tamaño máximo especificado para tu cuadro con espacio de sobra, o que no puedas siquiera apretarlo. En relación con el espacio libre de la llanta, también deberías tener presente que las ruedas se flexionarán al frenar, acelerar y tomar curvas, lo que es bueno para mantener la tracción y aumentar la comodidad de la llanta. Sin embargo, si tus llantas están cerca del cuadro, entonces es muy probable que rocen y esto dañe la pintura o el propio cuadro. 

¿Cuál es la presión perfecta de los neumáticos?

Desgraciadamente la presión perfecta de los neumáticos no existe. Esto se debe a que hay una gran multitud de factores que influyen en ella por lo que no hay una respuesta simple a esta pregunta. Los fabricantes tienden a recomendar un rango de presión para sus neumáticos, pero solo tú puedes saber si es el adecuado al hacer uso de él. 

La presión ideal de tu neumático variará según el modelo, sus dimensiones, el terreno en el que circules… Lo mejor que puedes hacer es experimentar con la presión de los neumáticos en una ruta que conozcas bien y, si quieres, tomar las recomendaciones de los fabricantes como punto de partida para lograr encontrar la presión ideal de tus neumáticos. 

A grandes rasgos, en una superficie lisa, cuanto mayor es la presión del aire, menos se deforma el neumático y, por tanto, también es menor la resistencia a la rodadura. En grava y superficies irregulares esto es al revés. Cuanta menor presión del aire, menos resistencia a la rodadura. Esto ocurre porque un neumático con menor presión de aire se adapta mucho mejor a las irregularidades. 

Teniendo esto en cuenta lo mejor que puedes hacer es que, incluso si el fabricante te recomienda al menos 3,4 bar, comiences inflando el neumático solo con 2,5 y observes como se va sintiendo. Recuerda que el neumático ha de ser lo suficiente duro como para que no se balancee en superficies compactas y al mismo tiempo lo suficiente suave como para deformarse y adaptarse a las posibles irregularidades del terreno. Es importante que encuentres ese punto ideal entre lo demasiado duro y lo demasiado elástico. Siempre que la bicicleta no se tambalee, menos presión suele traducirse en mayor comodidad y resistencia a la rodadura. 

También has de tener en cuenta que un neumático con menos volumen suele ser más resistente a la rodadura, aunque tenga la misma presión que uno de mayor volumen. Esto se debe a que una llanta estrecha tiene que deformarse más para soportar tu peso que una llanta de mayor volumen. 

Por último, para garantizar un rendimiento adecuado, lo recomendable es que compruebes la presión del aire al menos una vez al mes. Incluso los mejores neumáticos terminan perdiendo presión con el paso del tiempo. 

¿Con o sin cámara?

Si bien es cierto que la tecnología tubeless no es esencial para el terreno de gravel, sí es muy recomendable hacer uso de ella, y poco a poco se está convirtiendo en un imprescindibles. Esta tecnología elimina las cámaras de aire, lo que permite que corras a bajas presiones sin el riesgo de pinchazos. Esto se traduce en más agarre y comodidad en terrenos no asfaltados. Además, con el pequeño sellador sin cámara, los pequeños pinchazos dejan de ser un problema.