Por qué usar gorro de neopreno
El motivo fundamental es conseguir un mayor aislamiento al frío cuando usas un gorro de neopreno, en lugar de uno natación convencional.
La sensación de «pensamientos congelados», es bastante frecuente en nadadores de aguas abiertas y hay desde luego travesias en las que es poco recomendable no usar gorro de neopreno. En mi modesta opinión de 15º para abajo cuando se trata de travesias o tiradas largas, es más que recomendable combinado con el traje de neopreno y otros accesorios como calcetines o escarpines de neopreno y guantes que te cubran otras partes como manos o pies, que son bastante sensibles a las bajas temperaturas
Grosor
La mayoría de los gorros tendrán un grosor de tres milímetros, lo suficiente para proteger incluso en aguas frías. Sin embargo, hay gorros más flexibles que apenas pasan de los 2 mm y otros que ofrecen protección extra porque miden 4 o más mm. Estos últimos, sin embargo, son más raros y complicados de encontrar.
Con cinta o sin ella
La cinta es una extensión del gorro que permite que lo sujetes a la barbilla. Que la lleve o no suele ser una cuestión de preferencia para el/la nadador/a: hay quien lo prefiere para sentir el gorro sujeto, y hay quien no soporta las molestias que puede generar en la parte baja de la cara.
Entres los gorros con cinta encontramos dos tipos: los elásticos con medida fija o los que se ajustan con sistemas como el velcro. Estos segundos resultarán más cómodos, pero el cierre se resentirá más con el uso y durará menos que el elástico fijo.
Protección térmica
Un gorro de neopreno de 3 mm de grosor es suficiente para aislar la cabeza en aguas frías, como decíamos. Sin embargo, hay modelos que cuentan con un recubrimiento interior en otro material, generalmente lana y se venden como gorros de neopreno térmicos para diferenciarse del resto.