Pequeñas lesiones en el triatleta

De las tres disciplinas deportivas, la mayoría de los triatletas dicen que nadar es su menos favorita y la más desafiante. Primero, aprender una buena técnica requiere de diligencia y paciencia, y segundo, los triatlones  se desarrollan en aguas abiertas, lo cual puede ser difícil para la mente y el cuerpo.
 A pesar del hecho que tiene un índice relativamente bajo de lesiones, investigaciones del British Journal of Sports Medicine sugieren que la mayoría de las lesiones en los triatlones son provocadas por sobreesfuerzo al correr o enfocar el ejercicio en las extremidades inferiores. Sin embargo, nadar puede causar dolor y molestias en lumbares, rodillas y hombros, particularmente si la técnica empleada no es buena. Aquí te presentamos algunos de los problemas principales ocasionados y consejos con los que te puedes hacer más fuerte y rápido.

La lumbares de los nadadores

Los problemas de lumbares son más comunes en el nado de mariposa y braza que el crol . “La posición arqueada creada con el nado de mariposa puede causar problemas y ocurre normalmente porque los atletas no giran apropiadamente en el agua y arquean la espalda cuando toman aire”, dice Miles Busoni, un quiropráctico de ActiveBacks (activebacks.com). Movilizar lumbares cuando se sale de la piscina es importante .
Los problemas de espalda por la braza ocurren también por una extensión excesiva de los lumbares. Busoni sugiere: “Mantén la cabeza posicionada hacia abajo en el agua durante la brazada  (esto limita la extensión de la espalda) y también practica con un pull buoy entre las piernas para ayudar a mantener las piernas elevadas en el agua y reducir el arqueamiento de la espalda”.

Las rodillas del nadador

La rodilla del nadador es la extremidad que se lesiona más a menudo en la natación, especialmente en triatletas que pasan largas horas entrenando (en bicicleta o corriendo) con las rodillas dobladas y las caderas flexionadas. Estas áreas pueden volverse crónicamente tensas. El dolor en la rodilla ocurre típicamente en los nadadores que hacen braza, debido a ese punto en la brazada en el que la pierna se extiende hacia un lado. “Es un ángulo inusual para la cadera y la rodilla”, dice Busoni. “Asegúrate de calentar y estirar las caderas y los músculos de las piernas antes de las sesiones de entrenamiento que involucren mucho nado braza y considera incluir más de una un tipo de estilo durante cada sesión para evitar lesiones de sobreentreno”.

Los hombros del nadador

El dolor del hombro por el crol es por mucho el problema más común para los nadadores y está asociado con el entrenamiento excesivo y la naturaleza repetitiva del nado. “El hombro es una articulación muy esférica y poco profunda (la articulación glenohumeral) que se hace más estable, entre otras cosas, por los músculos del hombro, incluyendo el manguito rotador”, dice Busoni. “Entrenar tu manguito rotador con ejercicios de fortalecimiento específicos puede ser extremadamente beneficioso para reducir lesiones potenciales del hombro.” A lo que hay que añadir el uso de palas de natación inadecuadas, habitualmente de mucho mayor tamaño del necesario para las bases técnicas del nadador. 

¿Por qué el hombro sufre con el crol?

Una de las causas principales del dolor o problemas del hombro es el síndrome de pinzamiento. “La mala técnica o músculos internos tensos e hiperactivos del manguito rotador tendrán que ser atendidos y monitoreados, sin importar tu experiencia y habilidad en la piscina”, Dice Busoni. “A diferencia de cualquier otra articulación en el cuerpo, la extensión de la articulación del hombro es vasta, y desafortunadamente, todo este rango de movimiento de la articulación tiene un precio, la estabilidad se ve comprometida, y por eso es importante tener un hombro que sea tanto fuerte como móvil si quieres evitar lesiones”.

¿Qué hacer si sufro de dolores?

Si sufres de dolor en cualquiera de estas áreas después de nadar (o en general después de entrenar), es probable que tengas cierta inflamación. Las articulaciones o tejidos musculares inflamados a menudo son debidos a  desequilibrios en los propios músculos o un mal control de la articulación. Sentarse en la misma posición por largos periodos de tiempo o hacer los mismos movimientos con mucha frecuencia puede causar que ciertas áreas se tensen excesivamente mientras se debilitan, lo que es una mala combinación.
“Estas partes pueden volverse crónicamente irritadas y sensibles”, explica Busoni. “Conllevando a una acumulación de tejido cicatrizal que resulta en músculos tensos y débiles que necesitan ser tratados por un profesional”. Si tienes dudas, busca la asesoría de un quiropráctico, osteópata o fisioterapeuta para abordar y remover el tejido cicatrizal residual y promover la recuperación. Busca especialistas en Técnicas de Liberación Activa y la Técnica de Graston, dos tratamientos extremadamente efectivos para ayudar a liberar los tejidos musculares tensos.

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